visita
anoche abrí las ventanas en mi casa, llegaste a la par de la lluvia, te metiste entre mis sábanas hurgando el calor en mi cuerpo afuera la lluvia y el frio conquistaron la ciudad, adentro tu forma etérea me envuelve en caprichosas formas y sensaciones... la tormenta arrecia, el ruido apaga mis latidos, la agitación y el calor arremeten y se funden en un éxtasis profundo, consumiéndome lenta y rítmicamente... termina de llover, no cierro mis ventanas por las cuales escapas, tan vaporosa como al inicio, solo espero que el cielo nuevamente comience a humedecer... para entonces volver a callar la tormenta.