Pues como todo comienza por las ganas de estar ahí, caminar, subir, cantar, mirar hacia arriba y preguntarte, ¿llegaré esta vez? Pasito a pasito, el corazón late deprisa, te duele la cabeza y te asusta, no te preocupes, respira profundo y acóplate al caminar en la alta montaña... Llega la noche, el frio es fuerte, mucho, hay escarcha dentro y fuera de mi vieja tienda, por suerte el sleeping me ayuda, pasa la noche y las estrellas fugaces. Amanece, el sol se asoma tímido al lado del pico de Orizaba, se siente su tibio abrazo... A la luz del día te das cuenta que no eres el único loco que sube a ver el amanecer, las figuras fantasmales de la noche se materializan en iguales, saludos y gritos de apoyo, aquí arriba todo se puede, todos podemos, es nuevo el mundo de los sueños... Aquí llegué, todo es diferente, el dolor desaparece y todo se ve tan pequeño, tan fácil de sortear, tan mínimo de brincar, tan pequeños y frágiles somos... y a la vez tan fuertes, nada nos detiene.
en el 2000 hicimos un pacto, estaríamos en ese lugar el 31 de enero de 2004 a las 4, y el 31 de enero de 2006 a las 16... cuatro años pasaron, en el 2004 a las 4 estuve ahí, y tu regalo se quedo esperando. desde ese día 6 años han pasado; llegó el 31 de enero de 2006 y recordé la cita del 2000... -no- esta vez no asistí. Confieso que me emociona ver a alguien despues de tanto tiempo y platicar lo pasado en el tiempo, solo que esta vez dudé mucho si en verdad asistirías... a final de cuentas esta historia llegó a su punto final, es rico librarse de sí mismo. gracias por todo.
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