ofrenda
el día de hoy nos vinculamos estrechamente con el mundo eterno, volveremos a encontrarnos con las almas perdidas, atormentadas, dolosas y gozosas quienes nos recuerdan y visitan; a ellos quiero entregar mis palabras ahora echadas en cazuelas, platos, dulces y panes, vertidas en el jarro de barro, el caballito, copal y vasos; adornadas con papel de china, cempasúchil, fotografías de mis dolosos ayeres en este mundo. Altar a los sentidos y el alma.
ahora es cuando recuerdo todas mis muertes; cuando pude caer de un tercer piso queriendo emular un quimérico héroe…
aquel viaje en auto, donde nos intoxicamos con CO2…
el viento lanzando una lámina que ha cortado esos cables, que caen justo a nuestros pies…
solo y en la montaña, experimentando un resbalón y el ver caer de rocas frente a mí…
el caminar por la noche solo en el bosque, sin luna, con lluvia, sin lámpara y sin rumbo…
Gwen me grita en su indiferente y afectivo silencio: nunca mas…
el rappel con una cuerda que nunca fue asegurada…
nos hemos estrechado tantas veces, me coquetea y deja al límite, juega conmigo, desea saber que tan lejos podemos llegar, no es necesario, ella va a ganar, mientras tanto le pone sal a mi vida, para que cuando llegue el momento de nuestra ansiada cita, me entregue a ella gustoso por haber sobrevivido a su mano por lo menos un par de veces mas…
mientras tanto, estos días son de ellos, quienes han sucumbido a su belleza, se pasean frívolos en nuestros dominios terrenales, nos rozan y no nos damos cuenta, se hacen presentes a voluntad, nos gritan a través del viento, no sabemos escuchar, su vínculo se disuelve rápidamente, solo queda espacio para una pronta despedida y la promesa de llegar en la próxima temporada, si es que antes no los acompañamos en su eterno peregrinar.
ahora es cuando recuerdo todas mis muertes; cuando pude caer de un tercer piso queriendo emular un quimérico héroe…
aquel viaje en auto, donde nos intoxicamos con CO2…
el viento lanzando una lámina que ha cortado esos cables, que caen justo a nuestros pies…
solo y en la montaña, experimentando un resbalón y el ver caer de rocas frente a mí…
el caminar por la noche solo en el bosque, sin luna, con lluvia, sin lámpara y sin rumbo…
Gwen me grita en su indiferente y afectivo silencio: nunca mas…
el rappel con una cuerda que nunca fue asegurada…
nos hemos estrechado tantas veces, me coquetea y deja al límite, juega conmigo, desea saber que tan lejos podemos llegar, no es necesario, ella va a ganar, mientras tanto le pone sal a mi vida, para que cuando llegue el momento de nuestra ansiada cita, me entregue a ella gustoso por haber sobrevivido a su mano por lo menos un par de veces mas…
mientras tanto, estos días son de ellos, quienes han sucumbido a su belleza, se pasean frívolos en nuestros dominios terrenales, nos rozan y no nos damos cuenta, se hacen presentes a voluntad, nos gritan a través del viento, no sabemos escuchar, su vínculo se disuelve rápidamente, solo queda espacio para una pronta despedida y la promesa de llegar en la próxima temporada, si es que antes no los acompañamos en su eterno peregrinar.
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