de regreso

…pues nada, que ya estando de regreso del ajetreado y cansado viaje, agradezco al dragón por su ayuda para llegar a las tierras áridas, y al regresar me espera la bola de amigos, todos felipes y con tenis, dando paso al intercambio de las versiones acontecidas en los últimos días. Peripecias de ellos, noctámbulos distraídos. Luego, al siguiente día, un escudero comprueba la resistencia del piso al querer rebotar en el, (grado de rebotabilidad: 0.3u), rematando con una “sorpresa inesperada” y la cara de “asombro” que asoma de nuestra figura de cartón (no sé que haríamos sin ella). Les digo que la vista sobre el dragón alado es muy interesante (parece que cuento “La historia sin fin”), y replico mis historias sucedidas. Ahora concluyo, y me doy cuenta que las tierras áridas son muy hospitalarias y ricas en cultura…